sábado, 8 de abril de 2017

Sábana Rota (Personas que surgieron del teclado. 18)

Sábana Rota supo que era una fantasmita cuando se apuntó al equipo de fútbol del colegio.
-Vos jugarás en la portería -le dijeron.
Pero no logró hacer ninguna parada: todos los balones la atravesaban y acababan en gol para el equipo rival. No le fue mejor cuando le asignaron otras posiciones, pues no había manera de darle una patada a la pelota. 
Sábana Rota jamás hubiera pensado que fuera tan difícil jugar al fútbol y lo achacaba a que tenía algunos rotos en su ropa, por eso pidió en casa que le compraran una sábana nueva.
-No está la cosa para sábanas nuevas -le contestó mamá contando las monedas que guardaba en una lata vieja que aún conservaba el aroma a carne de membrillo.
-¿La sábana de los domingos para jugar al fútbol? -le preguntó papá horrorizado cuando ella lo insinuó.
-¿La sábana de la abuela para jugar al fútbol? -preguntó Sábana Rota horrorizada cuando se lo propusieron, pensando en el ridículo que haría con tantas florecitas rosas.
Finalmente le revelaron ese secreto que le habían ocultado: que no era una niña como las demás, sino una fantasmita y que la adoptaron de pequeña cuando sus padres murieron en la lavadora.
-¡¡¿¿Una fantasmita??!! ¡Qué bien! -dijo.
Y desde entonces se pasa el día asustando. Eso sí que es divertido, no intentar darle patadas al balón .

Si conoces alguna cosita más acerca de Sábana Rota, ella estará contenta de que se lo digamos, porque a veces sus recuerdos le fallan y de lo único que se acuerda es de esta breve biografía.



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